miércoles, 22 de julio de 2009

Nueve barrios de Barcelona viven pendientes de un hilo

22-7-09

· La ciudad aún tiene 360 kilómetros de cables de la luz colgados de las fachadas de las fincas

Nudos de cables de luz y teléfono cuelgan aún de fachadas de miles de viviendas de Barcelona. Grupos de vecinos que viven pendientes de un hilo, reclaman su retirada. "Cuando hace viento y hay temporal de lluvia, los postes se tambalean que da miedo", afirma el presidente de la asociación de vecinos de Poble Nou, Manel Andreu. Junto a Poble Sec, Gràcia, Clot-Camp de l"Arpa, Vallvidrera, Congrés, Baix Guinardó, Barceloneta o Les Planes son las zonas más afectadas por un problema estético, pero también de seguridad, según denuncia Eudosio Gutiérrez, de la asociación de comerciantes de Poble Sec. "Si ocurre algo en los cables, te pasa a un metro de la ventana de casa", afirma. Además, "en el caso de que tengan que acudir los Bomberos a una finca con esos tendidos, la presencia de cables en la fachada siempre dificultará las labores de rescate", asegura. "Es un vergüenza que en pleno siglo XXI aún existan en Barcelona postes de luz y de teléfono ¡de madera¡", afirma.

El Ayuntamiento de Barcelona señala que en lo que llevamos de mandato municipal, se han soterrado 50 kilómetros de cable, si bien la cifra que aún queda por eliminar de fachadas y balcones asciende a 360 km. "El consistorio no tiene un plan específico de soterramiento de tendidos en las fincas, lo que hacemos es aprovechar obras de reformas en las calles o planes de ordenamiento metropolitano para llevar a cabo su eliminación", señalan desde el Ayuntamiento. La operación se hace junto a la compañía eléctrica que es la responsable de los cables.

Teniendo en cuenta que aún quedan 360 kilómetros de cables aéreos y que Barcelona tiene 1.328 kilómetros de calles, se puede deducir que el 27% de las calles de Barcelona están todavía llenas de cables de electricidad y teléfono que van de fachada en fachada. "Se nos llena la boca con la Barcelona guapa, pero seguimos teniendo rémoras del pasado que son patéticas", señala Eudosio Gutiérrez, que cree además que el Gobierno municipal debería presionar con más fuerza a Fecsa-Endesa para que se haga cargo de los trabajos.

El Ayuntamiento tiene un acuerdo con Fecsa-Endesa, señalan desde el consistorio, según el cual, cada vez que hay obras de urbanización o planes metropolitanos integrales (PMI), "la compañía corre con los gastos de soterramiento y nosotros con los de las oras". "O uno, u otro, pero alguien debe asumir la responsabilidad", concluye Gutiérrez.

A la estética y la seguridad se añade un tercer problema, como es que en los tendidos se suelen posar habitualmente gran cantidad de palomas, lo que ensucia las fincas y sus fachadas. Domiciano Sandoval, presidente de la asociación de vecinos de Clot-Camp de l"Arpa, cree que se debería haber aprovechado el famoso Plan E (la iniciativa emprendida por el Gobierno español para el estímulo de la economía y el empleo) para hacer desaparecer más kilómetros de cableado.

Aunque fuentes consistoriales insisten en que la presencia de los tendidos cumple la normativa, "hay zonas donde no es muy estético, pero es totalmente legal", dicen, "sí que existen flagrantes violaciones de la ordenanza de los usos del paisaje urbano", según los vecinos. El texto apunta que "los proyectos de los edificios de nueva planta o rehabilitación integral tendrán que prever reservas de espacios ocultos para la canalización y distribución de todo tipo de conducciones de servicios". Este extremo, en ocasiones no se cumple, según las asociaciones de vecinos consultadas.

Cristian Reino
22/7/09 La Vanguardia

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