miércoles, 16 de diciembre de 2009

Presunta participación ciudadana

16-12-2009

No soy capaz de decidir cuál es la mejor opción para la reforma de la Diagonal. Y creo que a miles de barceloneses les pasará lo mismo. No tenemos suficiente criterio para opinar con autoridad. Ahora bien, sí tenemos algo claro: es necesario reformar esta vía, que es prácticamente una autopista en medio de la ciudad. Una vía de gran belleza, anclada en la concepción automovilística del desarrollismo. Sabemos lo que no queremos, pero no estamos capacitados para solventar el asunto. Para eso están los profesionales, para hacer propuestas. Pero sus soluciones no son asépticas. No hay la sección perfecta de la Diagonal. Perfecta, ¿para quién?, ¿para el coche, para el peatón, para la ecología, la estética, el comercio…? Los técnicos no son objetivos, trabajan según encargos, y ahí reside la labor del ayuntamiento: darles criterios claros y prioridades. Por eso es absurdo pedir que el ayuntamiento no tome partido. Obviamente ,debe hacerlo, es su obligación.
Estoy a favor de la participación. De hecho, la gran lacra de nuestra democracia es que no es participativa, sino representativa y a duras penas. Y, sin duda, el ámbito municipal es el más idóneo para fomentar la participaciónvecinal. Precisamente por eso, desconfío de la presunta consulta popular de la Diagonal. No es participación honesta, parece un ardid propagandístico que, además, servirá para legitimar la decisión, ya tomada, por el ayuntamiento.
Donde tiene sentido opinar y participar no es en el dibujo final de la Diagonal, sino en los criterios y prioridades. Ahí es donde debemos expresarnos los agentes de la ciudad. Y, en consecuencia, después, encargar el diseño intencionadamente, no eligiendo entre dos propuestas ya cerradas y similares. Para eso, un concurso totalmente abierto hubiese resultado más participativo.
El tema de la reforma de la Diagonal no se trata de ninguna prioridad condal, pero, en cualquier caso, esta consulta servirá para sembrar una positiva semilla de implicación ciudadana. Hay que marcar el final del ejercicio de la política social teledirigida desde los despachos.


Juli Capella
El Periódico

No hay comentarios:

Publicar un comentario