sábado, 25 de julio de 2009

La recepción municipal de la Mercè de 2008 costó 502.000 euros y reunió a 4.500 invitados

25-7-09

Un total de 502.000 euros se gastó el Ayuntamiento de Barcelona en la cena que ofreció en el Palauet Albéniz el año pasado con motivo de las fiestas de la Mercè. Asistieron 4.500 invitados. El coste de la misma recepción en 2007 fue de 458.000 euros, y de 362.000 en 2006. Las cifras fueron facilitadas ayer en el pleno municipal por el equipo de gobierno como respuesta a dos preguntas formuladas por Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP). Las dos formaciones consideran que se trata de un gasto innecesario, suplerfluo, y cada año lo han censurado. Y las críticas han arreciado con el panorama de crisis económica: "No tiene sentido gastar esas cantidades en algo cuyo beneficio es de imagen y promoción del alcalde, en vez de destinarlo a los servicios que debe recibir la ciudadanía", arremetió el presidente del PP, Alberto Fernández Díaz.

Es todo un clásico que CiU y el PP afirmen que el Consistorio malgasta dinero público en imagen y en actos que califican de "promoción". Ante tanta crítica, el Ayuntamiento ha decidido que a partir de este año la recepción queda anulada y se sustituirá por una jornada de puertas abiertas del Palauet Albéniz. De poco le sirvió al tercer teniente de alcalde, Jordi Williams Carnes, afirmar que la decisión de suprimir la recepción era una muestra de "austeridad" y desde las filas de CiU le reprocharon que se gasten millones de euros en campañas de imagen. Carnes reconoció que la recepción de la Mercè ha ido creciendo año tras año: "Al principio [finales de los ochenta, con Pasqual Maragall como alcalde] eran unos 400 invitados" .

El pleno de ayer también evidenció las antagónicas posturas de CiU y el PP frente al bipartito y ERC en cuanto a la bondad del nuevo modelo de financiación de Cataluña. Si el PSC, por boca de Wiliam Carnes, insistió en que es un buen modelo que reportará una mejor financiación para los ayuntamientos, todo lo contrario sostuvieron CiU y el PP. El debate acabó en un rifirrafe entre el alcalde, Jordi Hereu, y Xavier Trias. El primero defendió que todas las mejoras de la financiación de las arcas municipales se deben a "gobiernos progresistas" y Trias le recordó que la Carta Municipal de Barcelona se aprobó con el consenso de CiU en el Consistorio, primero, y después en el Parlament, cuando en la Generalitat gobernaba CiU.

El pleno de ayer dio la aprobación definitiva a la reforma del Carmel, que finalmente afectará a 391 personas. En ese caso, los votos de ERC sirvieron para aprobar un plan que estuvo parado meses por falta de apoyos. Sin embargo, el visto bueno a otro plan urbanístico, en las inmediaciones de Glòries, lo consiguió el equipo de gobierno por el apoyo de CiU. Todo un ejemplo de la geometría variable de alianzas de las que echa mano el alcalde en los últimos meses para sacar adelante proyectos urbanísticos.

El de la transformación del Miniestadi del FC Barcelona puede llegar a ser una mixtura de alianzas, ya que todo indica que el PSC tendrá el apoyo de CiU y de ERC. "Estamos muy cerca de la solución", dijo ayer el edil de Urbanismo, Ramón García-Bragado, en respuesta a una pregunta del Partido Popular.

Blanca Cia
El País 25/7/09

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