8-8-09
En el barrio de Ciutat Meridiana de Barcelona, en los últimos años, se han realizado una serie de actuaciones para intentar modernizarlo. Así, se han instalado escaleras mecánicas y ascensores urbanos en algunas de las calles más empinadas del barrio. Pero, lamentablemente, desde hace un mes, los dos tramos de las escaleras mecánicas de la parte baja del barrio no funcionan porque están en mantenimiento. ¿No podrían haber interrumpido el servicio de un tramo primero, y una vez terminadas las reparaciones, seguir con el otro? El ascensor inclinado, que une el centro del barrio con la estación de metro, se estropea cada dos por tres. La semana pasada estuvo parado unos días y cuando lo repararon, sorprendentemente dejó de prestar servicio en una parada intermedia.
La línea 11 del metro, que nos une al resto de Barcelona, estará en obras durante buena parte del verano, y la frecuencia de paso –ya de por sí mucho peor que en las demás líneas del suburbano– se ha visto empeorada por un servicio de autobús alternativo que pasa cada 20 minutos (agravado por las obras en el barrio que hacen que los desplazamientos en vehículo sean más largos que de costumbre por el cambio de sentido de algunas calles). Gracias a Dios aún podemos utilizar la Renfe, pero a partir de esta semana los trenes solo llegarán hasta la estación de Sant Andreu Arenal; obras en la catenaria, dicen. De esta manera nos encontramos con que un trayecto que habitualmente se hace en 25 minutos, desde la iglesia del barrio hasta la parada de metro de Sants, puede convertirse en un paseo de una hora. Siempre podemos ir en coche, si evitamos la calle Mallorca, por supuesto.
Carles Castillo Pérez. Barcelona
El Periódico
No hay comentarios:
Publicar un comentario