Cuando el tripartito de izquierdas se hizo con el poder en la Generalitat, en el otro lado de la plaza Sant Jaume, en el Ayuntamiento de Barcelona, se respiró con alivio: por fin un gobierno amigo después de años de maltrato convergente, decían. Seis años después, la conclusión es que lo comido por lo servido: a los aspectos que sí han mejorado debe sumarse el silencio con que desde el Consistorio se acogen incumplimientos variados. Es el caso de la deuda de 68 millones de euros que a criterio del grupo municipal del PP mantiene el gobierno de José Montilla con el Ayuntamiento.
Cuenta GeneralLo señalaba ayer el jefe de filas popular, Alberto Fernández, después del análisis de la Cuenta General de 2008. Concretamente, el grupo del PP señala que en 2008 el Govern debía transferir al Consistorio 112 millones de euros, de los que sólo se hicieron efectivos 49. El popular puso varios ejemplos: así, de los 2,7 millones previstos para plazas de educación preescolar no se cobró ni un euro.
Otros casos, en cuanto afectan a la prestación de servicios sociales son especialmente agravantes, a criterio de los populares. Es el caso de lo 533.036 euros que se han cobrado en concepto de aportación al convenio de discapacitados, una cifra que apenas representa el 20 por ciento de lo previsto. También en cuanto a transferencias corrientes, el PP denunció que de los 17 millones previstos para atención primaria, está pendiente de cobro el 59,7 por ciento, Para Alberto Fernández, estas cifras confirman la sumisión de Hereu ante la Generalitat: «Calla ante un gobierno de su mismo color político».
Àlex Gubern
El Periódico
jueves, 13 de agosto de 2009
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