19-2-2010
El centro de control de Metro supervisa las 3.306 cámaras de la red
Las técnicas para colarse en el Metro son variadas: desde el que salta el torno cual plinton de gimnasia al que se escabulle por debajo; desde el que entra por las puertas de salida al que se pega cual lapa al pasajero que tiene delante para hacer un dos por uno. El fraude en el Metro no sólo no decae sino que crece: según cifras facilitadas ayer por la concejal de Seguridad y presidenta de Transports Metropolitans (TMB), Assumpta Escarp, la gente que no paga representó en 2009 un 1,1 por ciento del total de pasajeros frentre al 1 por ciento de 2008 (el nivel de fraude de años anteriores es similar). Del 1,2 millones de pasajeros que usan el suburbano a diario, 13.200 se cuelan.
Reproches de la oposición
La concejal Escarp compareció en comisión a petición del grupo de CiU, que reprochó a la presidenta de TMB poco esfuerzo en la lucha contra el fraude. Escarp recordó que en 2009 los revisores pidieron el billete a 4,89 millones de usuarios, lo que representa un 15 % más; aumentaron un 25% el número de denuncias por viajar sin título, infracción que ahora se sanciona con 50 euros de multa (40 euros en 2008). Durante 2010 se invertirán sobre unos 20 millones de euros en seguridad. La cifra contrasta, sin embargo, con la caída del número de taquilleros, lo que hace que muchas estaciones no cuenten con personal, según se recordó desde CiU.
Tanto Escarp como posteriormente confirmaron a este diario desde TMB, se continuará avanzando por ejemplo en la sustitución de los tradicionales tornos por las puertas deslizantes o antiretorno, que dificultan el sistema del salto, y que ya están en más del 50 por ciento de las estaciones. De igual forma, se señaló, aumentará la vigilancia en las estaciones con más fraude, con la de Passeig de Gràcia -una de las más complejas de la red por número de entradas- a la cabeza.
Menos avanzado está la sustitución del sistema clásico de validación de tarjetas por otro de tipo magnético, en el que vastará con acercar el título a un sensor.
La sustitución de los tornos por barreras más altas y el cierre completo de estaciones explican el éxito de los Ferrocarrils de la Generalitat en la lucha contra el fraude, que ha pasado del 1,7 por ciento de 2008 al 0,1 por ciento de 2009. Con la línea del Vall_s casi toda cerrada y las principales de la del Llobregat también, FGC ha conseguido atajar el fraude de manera radical.
Si en el Metro el fraude ha crecido, aún lo ha hecho más en el Bus: del 0,44 por ciento de 2008 al 0,9 de 2009, cifra esta última que recupera los niveles de años anteriores.
À. GUBERN
ABC
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