lunes, 20 de julio de 2009

El alcalde Jordi Hereu recibe hoy a los 64 técnicos de barrio que empezarán a trabajar en septiembre

LOS ‘ALGUACILES’ DE BCN
20-7-09

• Su función será actuar como interlocutores entre los vecinos y el ayuntamiento

Están llamados a ser, aseguró en su día el alcalde Jordi Hereu, las «antenas, ojos y oídos del ayuntamiento». Son los técnicos de barrio, una nueva figura administrativa creada para hacer de interlocutor entre los vecinos y el consistorio. O sea, harán que las quejas o dudas de los ciudadanos no se queden encima de alguna mesa o que las respuestas municipales no se eternicen. Cuatro de los 64 funcionarios que ha sido elegidos para ello entre los 114 que se presentaron al concurso explicaron a este diario cómo afrontan su labor y en qué consistirá, a la par que reconocieron tener alguna duda sobre ciertos aspectos que se encontrarán a partir del 1 de septiembre, cuando debuten.

Pero antes que nada, quisieron dejar clara una crítica que han recibido por parte de la oposición, en particular de CiU, que los tacha de «comisarios políticos» del municipio. «Cuando lo oí por primera vez me reí. Es un comentario hecho desde el conocimiento de que no es verdad. Nosotros estamos comprometidos técnicamente, no políticamente. Somos personas que estaremos a disposición de la gente», afirmó Marta Isbert, funcionaria desde 1992 y que ahora será la técnica de dos barrios, la Font d’en Fargas y la Clota (Horta-Guinardó). Su homólogo en la Bordeta (Sants-Montjuïc), Josep Cuadras, que lleva en el ayuntamiento desde 1982, fue menos benévolo: «Es una falta de respeto a nuestra profesionalidad. Hemos pasado un concurso con un alto nivel de formación y de experiencia personal, por lo que hablar de comisario político es muy ofensivo».

Ciudadanos y entidades

Aclarado esto, el viernes, en un descanso del curso de formación que siguieron los 64 funcionarios que hoy recibirá el alcalde Jordi Hereu, pasaron a explicar su función. «No será una figura homogénea, cada barrio tiene sus peculiaridades. En algunos casos habrá temas que nos comentarán de forma individual los vecinos, y en otros, con un tejido asociativo más fuerte, recogeremos sobre todo peticiones de entidades», afirmó Victòria Santafé, adscrita a Trinitat Vella (Sant Andreu). Y añadió que no partirán de cero, porque esta labor ya se hace desde los distritos, pero ahora se centraliza en ellos.

Además de actuar como interlocutores y recoger sugerencias o quejas de los vecinos, la misión de estos alguaciles de barrio, que trabajarán codo con codo con la Guardia Urbana o sectores como los servicios sociales, medio ambiente y educación, será la de «detectar problemas y proponer mejoras para conseguir cambios», indicó Pilar Moros, que dará la cara en Horta y dependerá del gerente de su distrito, como cada técnico de barrio lo hará del suyo.

Y si un vecino tiene un problema, ¿cómo contacta con ellos y dónde se dirige? Esta es aún una pregunta sin respuesta, porque aún se está definiendo en qué equipamiento de cada barrio se instalarán. En el aire queda también una inquietud que verbalizó Isbert: «Nosotros somos la cara, pero la clave será que haya una buena retaguardia. De poco servirá nuestra figura y nuetro trabajo si luego no hay una respuesta efectiva por parte de la Administración».

De lo que sí están convencidos es de que, en definitiva, «se están humanizando los barrios al poner a una persona a pie de calle», como consideró Cuadras, quien comparó esta novedad con otra que vivió en el 82 al crearse con cierto recelo la red de centros cívicos, unos equipamientos que hoy nadie cuestiona.

ROSA MARI SANZ
20/7/09 El Periódico

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