El plan, difundido ayer por este diario, consiste en vender por concurso el 51% en manos del municipio. A la vez, el ayuntamiento se haría con el 49% de Cementiris de Barcelona, que ahora es de Mémora, para así asegurarse la propiedad total de los camposantos.
Las palabras de Hereu desmentían la confirmación que pocas horas antes había hecho el portavoz del área económica del consistorio, al frente de la que está Jordi William Carnes, admitiendo que la venta se estaba «estudiando». Incluso aportando más detalles sobre la misma.
Sin embargo, Hereu subrayó que es él quien tiene la última palabra: «No hay ninguna voluntad de privatizar. Cuando el Ayuntamiento de Barcelona quiera privatizar algo, el gobierno y el alcalde lo comunicarán». Agregó que «Barcelona tiene suficiente solvencia para lograr todos los objetivos fijados sin entrar en políticas de privatización».
Las fuentes municipales consultadas ayer por este diario reconocieron que desde hace un año, una comisión técnica del área económica analiza la operación e incluso ha estudiado vías para garantizar unos servicios mínimos universales. «La decisión estaba tomada, faltaba hallar el momento», dijeron.
Admitieron que ICV-EUiA, el socio de gobierno del PSC, se opone a la misma. Una portavoz del grupo se limitó a decir que «estudia la documentación». El resto de grupos conocían las intenciones del equipo de gobierno e incluso daban por hecho que ya se había decidido ejecutarla.
Jordi Portabella, presidente del grupo de ERC, reprochó que el equipo de gobierno no explique «por qué quiere privatizar y si está relacionado con una mejora del servicio». Resaltó la incoherencia entre vender la SFB y a la vez impulsar la reforma del tanatorio de Sancho Dávila.
Xavier Trias, presidente del grupo municipal de CiU, criticó las formas y recordó que, el año pasado, defendió que el ayuntamiento comprara el 49% de SFB cuando Mémora fue vendida a 3i. «Luego se podría haber hecho una concesión», que es más transparente, agregó. En todo caso, reiteró su filosofía: «No tiene sentido que el ayuntamiento gestione actividades que compiten con empresas privadas. Se debe reservar la regulación y establecer servicios mínimos». Trias supedita su postura final hasta conocer si la privatización era «una iniciativa del gobierno municipal o de solo una parte».
Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo del PP, aplaudió que el municipio «salga de actividades liberalizadas, sean las funerarias o los parques de atracciones». Defendió hacerlo de forma «transparente y con igualdad de oportunidades» para todos los operadores.
Agustí Sala
El Periódico
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15/10/2009 LA POLÉMICA EN TORNO A UNA ACTIVIDAD EN PROCESO DE LIBERALIZACIÓN
Carnes admite la privatización de los servicios funerarios en breve
• La operación se supedita a que se garanticen precios «sociales» y a que haya consenso político
• El teniente de alcalde contradice las palabras de Hereu sobre el futuro de la empresa municipal
Competència advirtió de la escasa concurrencia en Catalunya
AGUSTÍ SALA / XABIER BARRENA
BARCELONA
Frenazo y nueva arrancada. El ayuntamiento reabrió ayer las puertas a la posible venta al sector privado del 51% Serveis Funeraris de Barcelona (SFB). Si el martes el alcalde, Jordi Hereu, dio todo un portazo a las expectativas empresariales al afirmar que la venta era tan solo una hipótesis de trabajo que no se preveía a corto plazo, ayer, el portavoz y teniente de alcalde Hacienda, Jordi William Carnes no se cerró a que la transacción se llevara a cabo, incluso, antes del fin del presente mandato, que acaba en mayo del 2011.
Eso sí, Carnes afirmó que para ello debían darse dos condiciones: que se garantice que los servicios mantendrán su precio «social», es decir accesible a todos los bolsillos, y que la venta cuente con el consenso social y político. A fecha de hoy, según el concejal, no se dan ninguna de las dos premisas.
No obstante, tanto CiU como el PP coinciden en la filosofía, es decir, en que el consistorio deje de competir en actividades en las que también opera el sector privado. ERC se inclina más por conocer con detalle por qué se quiere privatizar. En cambio, ICV-EUiA, el socio del PSC en el equipo de gobierno, y al que se le atribuye el rechazo más radical a la operación, se mantiene en silencio.
Las declaraciones de Carnes contrastan con la virulencia con la que Hereu se pronunció el martes y que provocaron sorpresa en el sector empresarial e incluso dentro del mismo ayuntamiento. «Se trata de la mayor oportunidad de negocio en esos momentos en este sector en España», explicaron fuentes de una de las grandes firmas del ramo funerario. SFB es «una de las joyas de la corona» para todo el sector, dijeron.
MESES DE TRABAJOS / Las primeras noticias sobre la privatización, difundidas por este diario, hicieron que no solo Mémora, que ya es titular del 49% de SFB, sino otras compañías mostraran interés. Hace meses que una comisión técnica del municipio prepara los detalles de la operación e incluso contactó con consultoras para estudiar el proceso.
A diferencia de Madrid, donde además de la empresa mixta entre el ayuntamiento y Funespaña compiten otras tres compañías con tanatorios propios en la ciudad (Parcesa, Interfunerarias y Nuestra Señor de los Remedios); en Barcelona, además de SFB solo hay otro operador, la catalana Serveis Funeraris Integrals (SFI), propiedad de las familias Ventura, Fenes y Viñas que, desde el 2006, explota el tanatorio de la Ronda de Dalt.
Funespaña, la única empresa del sector que cotiza en bolsa, admitió ayer que presentarse al concurso que tenía previsto el ayuntamiento «era una posibilidad que el consejo de administración estudiaría» a pesar de que Mémora ya tiene el 49% y parte con ventaja. La compañía «cuenta con suficientes recursos para acometer una operación de este tipo», explicó un portavoz.
Diversas fuentes conocedoras de la operación de Barcelona la valoran en unos 80 millones. Además de la venta del 51%, el ayuntamiento recuperaría la propiedad del 100% de Cementiris de Barcelona, donde también participa Mémora con el 49% desde su creación en 2006. Se prevé que Mémora cuente con derecho de adquisición preferente, al ser ya titular del 49% del capital de SFB.
Aunque en el algunos medios se quiso vincular la privatización con la necesidad de recursos para el ayuntamiento --lo que provocó las iras de Hereu--, la lógica de la operación es otra. El futuro de SFB, con el municipio como accionista, está ligado exclusivamente a la ciudad.
«Ese es uno de los motivos por los que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, quisiera también vender la participación del municipal, pero tropezó con la oposición del PSOE, e IU que, además movilizaron a los sindicatos» explica el portavoz de una gran funeraria.
La empresa mixta del Ayuntamiento de Madrid y Funespaña, que explota los tanatorios de la M-30 y Sur, ha ido perdiendo cuota de mercado a medida que han entrado nuevos operadores, como Interfunerarias, Parcesa y Nuestra Señora de los Remedios.
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